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TLV provee inspecciones regulares de trampas de vapor de todos los sitios de procesamiento de alimento para animales de BOCM Pauls

TLV Euro Engineering (Cheltenham, UK)

Inspección de trampas de vapor con el TrapMan®.

TLV ha obtenido un contrato para realizar estudios periódicos de las trampas de vapor de las 13 plantas de procesamiento de alimentos para animales de BOCM Pauls en Reino Unido, utilizando su equipo Trapman® más moderno para inspecciones ;

BOCM Pauls cuenta con 13 centros en Reino Unido que producen alimento para todo tipo de ganado, incluido el vacuno de leche y carne, el ovino, el porcino y el avícola.

Los sitios situados en el Oeste del país, donde es más frecuente la presencia de pastizales para industria lactea, se dedican predominantemente a la alimentación de rumiantes, mientras que los situados en el Este se dedican a la alimentación de cerdos y aves de corral.

La mayor parte del vapor generado por las plantas se utiliza para la inyección directa de vapor, que esteriliza la harina para eliminar la salmonela y la acondiciona con humedad para ayudar a iniciar el proceso de cocción antes de su extrusión y peletización.

El vapor también se utiliza para mantener la temperatura necesaria en los tanques de almacenamiento, que precalientan los líquidos que se añaden a la harina durante el proceso de cocción.

Dado que los centros de BOCM están regulados por la Agencia de Medio Ambiente, su Grupo de Dirección Medioambiental obtuvo con éxito la acreditación según la norma medioambiental ISO 14001, que proporciona un marco para el desarrollo de un sistema de gestión medioambiental y un programa de auditoría de apoyo.

Como parte del sistema, cada centro debía supervisar el uso de la energía para mejorar la eficiencia y reducir su consumo.

Graham Reith, miembro del Grupo Directivo de Medio Ambiente y director de la planta de BOCM Pauls en Carmarthen, ha declarado que el proyecto es un éxito: "Mientras que la electricidad se utiliza para hacer funcionar las máquinas de procesamiento, con cada molino consumiento típicamente 1.5mW, la harina se esteriliza y preacondiciona mediante vapor".

“La humedad del vapor también actúa como lubricante mientras la harina es extruída, ayudando a reducir la energía necesaria para el funcionamiento de las extrusoras”, añadió.

Reith era consciente de que algunas de las trampas de la planta estaban fugando, pero sin un equipo sofisticado no era posible identificar cuáles estaban fallando.

Dado que el vapor desempeña un papel muy importante en el procesamiento, decidió pedir a TLV que realizara un estudio de vapor en sitio.

El estudio se realizó con el equipo más moderno de inspección Trapman® de TLV.

El Trapman® no sólo determina si una trampa funciona correctamente, sino que también cuantifica las pérdidas de vapor en las unidades fugando.

Retorno de la inversión

Como resultado del estudio, TLV ha podido comparar los costos con el volumen de vapor perdido a través de las trampas fallando o con fugas.

Las cifras mostraron que había un potencial importante de pérdida de energía y llevaron a Reith a priorizar el problema en la siguiente reunión del grupo directivo.

Los miembros del Comité se dieron cuenta de que las cifras de Carmarthen podían replicarse en los otros 12 sitios, por lo que aceptaron la sugerencia de Reith de realizar un estudio en todos los sitios y se le encomendó la responsabilidad de gestionar la iniciativa y de informar al Grupo Directivo de Medio Ambiente.

Aunque fue difícil cuantificar los resultados en todos los sitios, una combinación de las cifras producidas por TLV y la corroboración de los gerentes e ingenieros de las plantas, confirmaron que BOCM está logrando un ahorro considerable.

El ahorro real varía en función de las harinas producidas en los centros, ya que las harinas de rumiantes suelen acondicionarse a unos 60 °C, mientras que las temperaturas de las harinas de cerdos y aves varían entre 80 °C y 90 °C.

Además de proporcionar información sobre el estado y el rendimiento de las trampas, el estudio TLV Trapman también identificó todas las trampas de los 13 sitios, se asignó y etiquetó a cada una con un número en específico.

Al colocar discos de colores indicando si una trampa estaba fugando (disco rojo) o no funciona (disco azul), el estudio ha facilitado al equipo de mantenimiento la localización de las trampas fallando, que son señaladas en los reportes del estudio como necesarias de atención.

El número total de trampas analizadas en todos los sitios de BOCM fue de 552, de las cuales 89 (el 16%) presentaban fugas.

El estudio del TLV estima el costo financiero de las fugas en 95,000 libras esterlinas y el costo medioambiental en 435 toneladas de CO2.

Según Reith, el estudio de TLV ha impulsado un programa para solucionar las fugas en todos los centros.

Añadió que los gerentes de las plantas que habían experimentado un mayor porcentaje de fallas en las trampas, ya habían informado de la reducción de las pérdidas de vapor y de los costos energéticos.

“Los costos financieros y medioambientales han animado sin duda al comité a seguir inspeccionando las 552 trampas en intervalos de seis meses”, dijo Reith.

“Desde el punto de vista de la bioseguridad, el vapor es una forma eficaz de producir pellets y para BOCM Pauls está demostrado ser una forma eficiente de reducir el consumo de energía, lo cual es una muy buena noticia”, añadió Mike Povey, director general de TLV Reino Unido.